Nuestros pueblos costeros.Canarias

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Cho Vito, década de los 60

sábado, 14 de agosto de 2010

La sinrazón del derribo del pueblo marinero de CHO VITO (Tenerife)


Publicado en Agosto 14th, 2010
por Javier Tejera en Reflexiones
Asistimos a un nuevo doble rasero sin sentido de ningún tipo. Mientras hoteles, urbanizaciones y todo tipo de símbolos de la más rastrera especulación urbanística campan a sus anchas por toda la costa española, la Administración se mete con el más débil, en un intento por dar un golpe encima de la mesa y demostrar que la ley, aunque sea de forma interesada y partidista, está para cumplirse. Para el que no lo sepa, CHO VITO es un poblado marinero situado en el municipio de Candelaria (Tenerife) que la Ley de Costas está a punto de borrar del mapa. Un lugar que, más que merecer ser derruido por incumplir la Ley de Costas, debería ser nombrado Patrimonio Etnográfico de la Humanidad… y mantenerse donde está como símbolo de sabiduría tradicional frente a tanto ladrillo corrupto. Pero no es el único caso, debido a la orografía volcánica de las Canarias, poblados marineros de Casas Cueva a pie de mar como el de CHO VITO se suceden por las costas de las islas, sin que a nadie se le haya ocurrido nunca decir que son atentados contra el medio ambiente. Son parte de nuestra cultura y nuestra idiosincracia y, como tal, hay que defenderlos hasta las últimas consecuencias. Os dejo con el comunicado de protesta de la Plataforma en defensa de CHO VITO.
YO ME NIEGO AL DERRIBO DE CHO VITO

Han pasado casi dos años, de la brutal y desproporcionada acción de desalojo y derribo parcial del barrio marinero de Cho Vito en las Caletillas, Candelaria, Tenerife. Casi nos hemos olvidado de las impactantes imágenes ofrecidas por los medios de comunicación locales, regionales, nacionales y extranjeros, que dieron la vuelta al mundo. Canarias, se convirtió en octubre del 2008, en el punto de mira de esa sinrazón destructiva que vemos a diario en otros lugares del planeta, y todo por la aplicación de una ley, la ley de Costas, que en este Archipiélago, está siendo dura, desmedida y despiadada.
Entonces, vimos a los vecinos y vecinas de ese barrio, luchar hasta su desfallecimiento contra lo que consideran una injusticia, forzados por los cuerpos de Seguridad del Estado, a abandonar sus casas y sus escasas pertenencias, salir de sus hogares, llevando en una bolsa de basura los recuerdos y vivencias de más de 50 años. Los escuchamos, en numerosas manifestaciones, defendiendo sus casas, defendiendo una forma de vida, que forma parte de la historia de Canarias, pues sólo hace falta mirar para cualquier rincón de cada una de estas Islas y ver un pueblito humilde, de casas blanqueadas, con cuatro barquillas varadas en la arena o en el callao.

Los hemos visto en apoyos de numerosos colectivos, desde vecinos a los que los expropiaban por obras injustas, a grupos de trabajadores, que perdían sus puestos de trabajo por cierres de empresas. Han mantenido su firmeza en esa lucha, frente a numerosas amenazas, algunas muy graves. Les vimos en el centro político de esta Europa Unida, defendiendo no sólo a su pueblo, sino a todos los núcleos costeros de Canarias. Les escuchamos, decir, que después de lo ocurrido en Cho Vito, pedían a las administraciones, que no volviera a ocurrir lo mismo en ningún lugar de Canarias.
Pues bien, en breves días, volverá a revivirse la historia. En virtud de una ley de Costas, que no ha servido para proteger el litoral de las grandes urbanizaciones y hoteles, de los muelles deportivos y locales de ocio, de los grandes especuladores, en la aplicación de esa ley, Cho Vito volverá a ser el foco atención de toda España. Por esta Ley, que vulnera la Constitución Española y la Legislación Europea, que no respeta la Declaración de los derechos fundamentales del Hombre, que se olvida de los diferentes Tratados Europeos de los derechos de los ciudadanos, por esta ley, que “para devolver a todos lo que es de todos”, derriba pueblos anteriores a la ley, y se olvida de esa misma aplicación con urbanizaciones en primera línea de playa, permite hoteles con playas y piscinas privadas, originado así, una inmoral e indecente arbitrariedad en su aplicación.

Es ahora, cuando debemos preguntarnos, si estamos preparados para revivir esos momentos, si somos capaces de permanecer sentados ante la televisión o la radio, escuchando como unos pocos, defienden sus casas, sus pertenencias, mientras son desalojados a la fuerza. Volveremos a ver las lágrimas en sus rostros, en los de sus hijos y en las de sus familiares y amigos, mientras una pala acaba con sus sueños y esfuerzos. Leeremos de nuevo, las diferentes justificaciones de las medidas tomadas. Si en el 2008, fueron unos “cócteles molotov”, ahora serán explosivos o cualquier otra cosa. Escucharemos la degastada frase
, “es la ley” y no se puede hacer nada… Sentiremos el bochornoso espectáculo de los políticos repartiéndose la culpa unos a otros, hablando de la modificación de la ley y de futuras promesas.
Es el momento de que toda Canarias defienda su historia. Defienda no sólo a Cho Vito. Que se una para defender El Caletón, Anaga, Igueste de San Andrés, Agache, Bocacangrejo, Bajo la Cuesta, Playa la Viuda, Playa de Lima, El Médano, Jover, en Tenerife; Ojos de Garza, Tufia, San Felipe, Agaete, Bañaderos, Sardina, Maspalomas en Gran Canaria; Los Molinos, Jandia, El Puertito de la Cruz en Fuerteventura; Tenezar, Playa Honda, en Lanzarote; Puerto Naos, El Porís de Candelaria, El Remo, La Bombilla, en la Palma… y muchos más repartidos por toda le geografía canaria. Esta vez no debemos permitirlo; es el momento de parar esta destrucción pues, detrás de Cho Vito, vendrá otro núcleo que podrá estar más cerca de su casa, o puede ser la casa de un familiar o de un amigo. No son sólo estas personas las afectadas por la ley, ES TODA CANARIAS

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