Nuestros pueblos costeros.Canarias

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Cho Vito, década de los 60

domingo, 22 de agosto de 2010

Los vecinos achacan el interés por Cho Vito a la edificación de quince adosados


A menos de un mes de que expire el plazo dado por el juzgado a las nueve familias para que abandonen las siete casas que quedan en pie para su demolición posterior, los afectados están convencidos de que este no será el último verano del poblado marinero porque, "aún, confiamos en el Estado de Derecho".
22/ago/10 07:56
J.A. MEDINA, Candelaria
El próximo 20 de septiembre concluirá el plazo dado por el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Santa Cruz de Tenerife para que las nueve familias que aún habitan en las siete casas que existen en Cho Vito retiren sus enseres y las abandonen ya que, a partir de esa fecha, se procederá a la demolición de los inmuebles. Con ello, se daría por concluida la recuperación posesoria del dominio público marítimo-terrestre en este enclave de Candelaria. ¿Por qué? La respuesta que tienen clara los vecinos es que "el interés por Cho Vito, por hacernos desaparecer, son los 15 adosados que quieren construir aquí atrás".
Aquí atrás es una superficie cedida por un particular para uso deportivo. Sin embargo, los afectado señalan que "el Plan General de Ordenación prevé ahí una unidad de actuación con esos chalets saltándose todo lo reglamentado porque el cambio de uso del suelo no ha pasado por ningún órgano municipal. Nosotros molestamos aquí para hacer eso".
Tres pancartas transmiten el mensaje: "Historia, derechos, escrituras, hipotecas... ¿De qué sirven ante esta injusticia?", "No arbitrariedad, retroactividad, derribos", "Somos tan legales como el resto del litoral". Los días grandes (14 y 15 de agosto) de la fiesta de la Patrona General de Canarias recibieron el decreto municipal que les informaba de que deben desalojar. "Para entregarnos unos papeles emplearon a la policía que no tenían para atender a tanta gente".
Pero el 20 de septiembre no será como el 7 de octubre de 2008, "cuando nos invadieron por tierra, mar y aire". Lo tienen decidido: "Permaneceremos aquí".
En los casi dos años transcurridos desde las primeras demoliciones, hay vecinos que se quedaron sin la casa a los que les siguen cobrando la contribución y hasta la luz que no pueden consumir porque no tienen vivienda y, lógicamente, tampoco contador. Los recibos dan fe de ello.
Lo mismo que las escrituras de muchas de las casas de cuya existencia sólo queda constancia en fotografías o en algún resto de sus paredes. "La mayor mentira que se ha dicho es que no tenemos escrituras cuando estos papeles dejan claro que no somos chabolistas. Aquí las había desde los años 50".
Antonio, Toño, Carlota, Filiberto, Tomás, Cecilio, Montse, Angelita, Marta, Fernando, Olga, Joaquín, Elba... "Lo que hemos hecho en cinco años es enterrarnos, arruinarnos y perder a nuestra familia. Entonces mi niña tenía seis años y ahora ya tiene 12, pero no sé cómo ha sido".
La vida sigue casi igual

Cuando Cho Vito era Cho Vito los días pasaban "casi igual que ahora: el baño en la playa, reuniones en torno a las comidas que hacíamos con lo que teníamos todos, las pilladas de Filiberto, el vino, la cerveza y la charla". Hoy, que Cho Vito sigue siendo Cho Vito, pero diferente, muchos de los que ya no tienen pertenencias en el poblado siguen pasando por allí y disfrutando de las mismas compañías y de los mismos momentos gastronómicos. "Lo han pretendido, pero aquí mantenemos el espíritu y los encuentros. Mañana (por hoy), por ejemplo, nos comeremos cinco kilos de caballas y unas cuantas tortillas".
Eras 31 familias "hoy convertidas en una" que muchas veces rescataron a bañistas en apuros, les dieron de beber y comer, calentaron biberones, limpiaron la playa "para los de aquí y los de afuera", adecentaron todo el lugar e hicieron del poblado "un sitio de vida, porque el ayuntamiento nunca ha hecho nada aquí".
El alcalde, José Gumersindo García, es el foco principal del problema de estos vecinos. Lo señalan como el responsable máximo, junto al jefe de la Demarcación de Costas, Carlos González, de lo que les sucede. "No se esperaban que cuatro desarrapados nos pusiéramos a leer el Plan General y la Ley de Costas, pero está claro que los culpables de la situación del litoral no son los ciudadanos, sino los ayuntamientos, la comunidades y las diputaciones".
Que la Ley de Costas no ha servido para nada "es evidente". Es más, la experiencia demuestra que "en cada lugar donde han construido un paseo acaba existiendo, al cabo de pocos años, una urbanización junto a él. Es evidente que la ley ni es igual para todos ni sirve".
Pero Cho Vito mantiene abierta su defensa en los tribunales y continuará por esa vía. Duermen poco y menos lo harán según se aproxime el 20 de septiembre, pero "no pararemos. Podemos ser pobres, pero que no se nos trate como si fuéramos tontos, aunque eso es difícil en Candelaria
http://www.eldia.es/2010-08-22/SUR/1-vecinos-achacan-interes-Cho-Vito-edificacion-quince-adosados.htm

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