El Hotel Miramar de Castro Urdiales, bajo el que recae una sentencia de derribo por estar ubicado en dominio público marítimo-terrestre, podría salvarse de la piqueta finalmente.
El Colegio de Arquitectos de Cantabria ha remitido al Ayuntamiento de Castro Urdiales un informe en el que justifica el valor arquitectónico de la instalación. En ese documento, el decano, Ignacio Pereda, pone de manifiesto «la clara inserción de este edificio en el contexto cultural del movimiento moderno en la arquitectura del siglo XX y, por ello, la importancia de su mantenimiento y reforma como testigo valioso de su época».
El Colegio de Arquitectos de Cantabria estima que la defensa de este edificio ha de encontrar el respaldo institucional que «una edificación de estas características merece dentro de la arquitectura racionalista de Cantabria, y eso, a pesar de su inclusión en la actualidad dentro del deslinde del dominio público marítimo-terrestre y de la necesidad que requeriría de una obra de rehabilitación que permitiría recuperar al máximo su imagen original».
El alcalde de Castro, Fernando Muguruza, dará cuenta en el próximo pleno del martes, 1 de febrero, del contenido de este informe al que ha tenido acceso El Diario Montañés. El objetivo es que todos los grupos políticos municipales acuerden solicitar a la Demarcación de Costas que no derribe el edificio del hotel.
Tras ese acuerdo, se deberán plasmar los usos que sean compatibles con la normativa vigente, con el objetivo de que se pueda 'convencer' a la Demarcación de Costas sobre el valor del inmueble.
A partir de ahí, entraría en juego la propuesta que el arquitecto castreño José Orruela planteó durante la ultima edición de la Bienal de Arquitectura celebrada en la ciudad. Lo que propone es que el Ayuntamiento o cualquier otra institución pública, como el Gobierno de Cantabria, adquiera el inmueble y lo convierta en una instalación pública, con interés patrimonial. Su propuesta pasaría por rehabilitar el hotel y convertirlo en un centro de interpretación del mar, dada la historia de este edificio que fue construido en los años de la posguerra por el Consistorio, que lo habilitó como balneario.
Proyecto de demolición
También hay otros trámites pendientes como la declaración de utilidad pública del zona para poder realizar las expropiaciones correspondientes y las indemnizaciones a sus propietarios,
El Colegio de Arquitectos de Cantabria ha remitido al Ayuntamiento de Castro Urdiales un informe en el que justifica el valor arquitectónico de la instalación. En ese documento, el decano, Ignacio Pereda, pone de manifiesto «la clara inserción de este edificio en el contexto cultural del movimiento moderno en la arquitectura del siglo XX y, por ello, la importancia de su mantenimiento y reforma como testigo valioso de su época».
El Colegio de Arquitectos de Cantabria estima que la defensa de este edificio ha de encontrar el respaldo institucional que «una edificación de estas características merece dentro de la arquitectura racionalista de Cantabria, y eso, a pesar de su inclusión en la actualidad dentro del deslinde del dominio público marítimo-terrestre y de la necesidad que requeriría de una obra de rehabilitación que permitiría recuperar al máximo su imagen original».
El alcalde de Castro, Fernando Muguruza, dará cuenta en el próximo pleno del martes, 1 de febrero, del contenido de este informe al que ha tenido acceso El Diario Montañés. El objetivo es que todos los grupos políticos municipales acuerden solicitar a la Demarcación de Costas que no derribe el edificio del hotel.
Tras ese acuerdo, se deberán plasmar los usos que sean compatibles con la normativa vigente, con el objetivo de que se pueda 'convencer' a la Demarcación de Costas sobre el valor del inmueble.
A partir de ahí, entraría en juego la propuesta que el arquitecto castreño José Orruela planteó durante la ultima edición de la Bienal de Arquitectura celebrada en la ciudad. Lo que propone es que el Ayuntamiento o cualquier otra institución pública, como el Gobierno de Cantabria, adquiera el inmueble y lo convierta en una instalación pública, con interés patrimonial. Su propuesta pasaría por rehabilitar el hotel y convertirlo en un centro de interpretación del mar, dada la historia de este edificio que fue construido en los años de la posguerra por el Consistorio, que lo habilitó como balneario.
Proyecto de demolición
También hay otros trámites pendientes como la declaración de utilidad pública del zona para poder realizar las expropiaciones correspondientes y las indemnizaciones a sus propietarios,
El gerente del Hotel Miramar, Álvaro Alonso, anunció en marzo del pasado año que la Demarcación de Costas estaba redactando el proyecto de derribo del edificio. Fuentes de la Delegación de Gobierno avanzaron ayer que ese proyecto de demolición está a falta de su aprobación.
En noviembre de 2010, el hotel cerró sus puertas por vacaciones y, un mes después, inició un Expediente de Regulación de Empleo, que finalizará el 15 de marzo.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20110128/region/region-oriental/colegio-arquitectos-intenta-evitar-20110128.h
http://www.eldiariomontanes.es/v/20110128/region/region-oriental/colegio-arquitectos-intenta-evitar-20110128.h
Que parecido con el Hotel del Médano.
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