El presidente del TSJC recuerda que los poderes públicos «debemos ser capaces de dictar leyes que puedan ser cumplidas por la sociedad»
Tolosa acudió ayer a la llamada de la Asociación de Constructores y Promotores de Cantabria para participar en el ciclo de conferencias organizado por este colectivo en la sede de la Obra Social Caja Cantabria, donde el presidente del TSJC estuvo acompañado por el consejero de Urbanismo, Javier Fernández, el concejal del área del Ayuntamiento de Santander, César Díaz, el actual presidente del colectivo, Justo Cobo, y un centenar de oyentes, entre ellos la consejera de Presidencia y Justicia del Ejecutivo cántabro, Leticia Díaz.
El magistrado se adentró en la incidencia de la Ley de Costas en el urbanismo regional realizando un recorrido histórico por una norma «criticada y denostada por unos y defendida y protegida por otros» a la que en un momento de su intervención él mismo se refirió como «el complejo entramado que estableció el legislador de 1988».
Antes de comenzar ese camino, y de adentrarse por los vericuetos más farragosos de la Ley de Costas, fue que Tolossa lanzó su primera reflexión: «El fracaso del modelo de la Ley de Costas de 1988 radica en que planteó objetivos muy ambiciosos a largo plazo, objetivos excesivamente ambiciosos para el momento en que se aprobó». Por eso «tenemos que ser capaces de dictar leyes que puedan ser cumplidas por la sociedad».
Luego, en el trayecto, el presidente del TSJC recordó que la normativa vigente desde hace 24 años «lo que viene a hacer es culminar una aspiración de las doctrinas jurídica y constitucional que vienen a establecer de forma clara que en nuestro país es necesario que el dominio público marítimo terrestre no tenga ninguna otra titularidad que no sea la pública, haciendo desaparecer (y aquí empiezan los grandes problemas) las titularidades privadas preexistentes a partir de la Ley de Costas anterior a la aprobada en el año 1988».
Con ella, «se trató de poner freno a los dos grandes males que estaban afectando al litoral español: su degradación física y falta de conservación y el paulatino, constante e inacabado proceso de privatización de la zona de dominio público marítimo terrestre».
Litigios
Sin embargo, «algo hemos hecho mal cuando 24 después (de la entrada en vigor de la Ley de 1988) todavía no hemos puesto fin a este conflicto», añadió el magistrado, que recordó a constructores y promotores que la normativa y su desarrollo sigue siendo, a día de hoy, «objeto de una cadena de litigios que el Tribunal Superior de Justicia todavía está resolviendo».
Tolosa, que apenas dedicó algunos minutos a la reforma de la ley, recordó que esta revisión surge fundamentalmente «de las demandas de las plataformas de afectados por sentencias de derribo con la finalidad única de ampliar los plazos de las concesiones, que deberían concluir en el año 2018 y se prorrogarán 75 años» y admitió que a él le parece «sumamente polémica», aunque no quiso valorar los cambios hasta que sean oficiales.
http://www.eldiariomontanes.es/v/20121219/cantabria/cesar-tolosa-entiende-reforma-20121219.html
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