Nuestros pueblos costeros.Canarias

Nuestros pueblos costeros.Canarias
Cho Vito, década de los 60

lunes, 31 de mayo de 2010

Importante. Seguimos bajo la piqueta.



LUZ ROJA PARA TODOS LOS NUCLEOS COSTEROS DE CANARIAS.
Lunes , 31-05-10
POR TERE COELLO
SANTA CRUZ. Todos los núcleos amenazados por Costas van a caer, unos primero que otros pero todos van a caer si no se empiezan a hacer bien las cosas. Es la opinión del abogado José Luis Langa, quien defiende ante los tribunales varios casos que afectan a vecinos de diferentes lugares del litoral canario.
En octubre de 2008 cayó Cho Vito, poblado situado en la costa de Candelaria (Tenerife); cayó el edificio «La Tortuga», ubicado en la playa de Melenara, en el municipio grancanario de Telde; y continúa la amenaza que se cierne sobre parte del hotel «Médano», alzado sobre las aguas del mar granadillero, en el sur de Tenerife.
Pero hay más ejemplos. Las «Chozas de Jacomar» que, constituyendo un refugio de pescadores, albergado en el municipio de Antigua (Fuerteventura), se aferran a la posibilidad de que sean consideradas de interés etnográfico, arquitectónico o pintoresco y así evitar ser pasto de las palas.
En la isla de La Palma, Costas ha expropiado unas cuarenta parcelas para la ejecución de un paseo junto al litoral, en un tramo de 2.237 metros de longitud con un ancho de dos metros. Este paseo recorrería Playa Nueva (Los Guirres), en Tazacorte, y Puerto Naos, en Los Llanos de Aridane, y conllevaría la destrucción de una de las mejores zonas productivas desde el punto de vista agrícola.
La isla de La Gomera tampoco se libra de la mano dura de la Ley de Costas, puesto que el municipio de Valle Gran Rey se ve afectado. Las expropiaciones forzosas afectan a 130 terrenos e inmuebles sobre los que se construirá el paseo litoral del Callao de la Moza y el Guirre, como se publicó en el Boletín Oficial del Estado hace pocas semanas.
Toca a todos
Prácticamente todos los municipios del Archipiélago canario están afectados por la demarcación de la Ley de Costas e, incluso, hasta algunos rincones del archipiélago Chinijo, porque la isla de La Graciosa tampoco está exenta.
Son muchos los frentes que tiene abierto en distintos puntos de la geografía canaria José Luis Langa, quien mantiene que no se debe permitir que señas de identidad de la cultura de las Islas y de la historia de su pueblo se pierdan. Explica el jurista que la polémica Ley de Costas de 1988 tuvo un objetivo encomiable al impedir que el interés colectivo se viese alterado por un interés individual, ya que, hasta entonces, se construía de forma indiscriminada. Pero, teniendo en cuenta algunos casos y con carácter excepcional, esta ley disponía que los 100 metros iniciales de protección de la costa se redujeran a 20 metros, resultando así liberados los núcleos poblacionales anteriores a 1988 y que estuvieran consolidados como áreas urbanas.
Para llevar a efecto esta disposición en el reglamento, Costas dio la posibilidad a las comunidades autónomas y a los respectivos ayuntamientos de informar al Ministerio de Medio Ambiente de la situación de estos lugares y así no aplicarse la limitación de los 100 metros, evitándose de este modo algunas consecuencias que han hecho ya acto de aparición.
Según el criterio del abogado, la mayoría de los distintos responsables municipales «no hicieron su trabajo ni entonces ni ahora» por lo que, muchos núcleos poblacionales se han visto afectados y algunos, irremediablemente, «han sido destruidos». Para Langa, la Ley afecta principalmente a Baleares y a Canarias, con lo que su aplicación produce un daño no sólo personal sino colectivo porque demasiadas edificaciones amenazadas tienen un remarcado interés por su carácter bicentenario.
Sería faltar a la verdad si se mantuviese que los políticos canarios no han hecho nada para solventar la situación. De hecho, en el Parlamento regional se han aprobada varias iniciativas con el ánimo de frenar a Costas, pero de poco han servido, porque las disposiciones transitorias han sido recurridas por el Ministerio de Medio Ambiente con una medida cautelar al Tribunal Supremo donde se han suspendido. Algo que ocurrirá siempre, porque «cualquier iniciativa que se tome en el sentido de aplicar disposiciones, será suspendida por el TS: ninguna ley con carácter autonómico puede ir contra una ley que tiene carácter general», asevera Langa.
Para solucionar este asunto que afecta al litoral del archipiélago sólo hay tres formas de actuar eficaces, según palabras del letrado, una movilización de gran parte de la población en la defensa de los interesas de «un solo pueblo». En segundo lugar, «más valentía y energía por parte de los representantes políticos», y, en tercer lugar, que los diputados nacionales canarios «exijan en el Congreso la modificación de La Ley de Costas», única solución definitiva, según cree.

http://www.abc.es/20100531/canarias-canarias/roja-todos-nucleos-costeros-20100531.htm

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