Nuestros pueblos costeros.Canarias

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Cho Vito, década de los 60

domingo, 6 de junio de 2010

Carta a los desalojados de Cho Vito.


Esta carta, fue publicada el día 11 de octubre del 2008, en la prensa por una persona anónima.
Hoy la rescato del olvido, y le doy las gracias a esa persona


11 octubre 2008
Carta a los desalojados de Cho Vito.
Ya se que de solidaridad de corazón están Vds., mas que servidos, siento no tener nada más que ofrecerles.
¿Creían que por el hecho de ser gente sencilla iban a contar con alguna consideración?. Podemos seguir siendo tan ingenuos.
Nada de eso existe, por eso la Ley se aplica de un modo tan confuso, a destiempo y casi siempre descargando sobre los que no pueden siquiera oponer resistencia.
Las leyes se aplican de un modo ejemplarizante sobre todo con gentes como Vds. ¿Porque no tienen lo que hay que tener para enfrentarse con los intereses de las multinacionales o los grandes inversores?, y de hacerlo es bajo muchas capaz de barniz, demorándolo en el tiempo y llegando a acuerdos como poco escandalosos.
Casi todo es una farsa y ustedes en este caso, han sido las victimas mas propicias para enarbolar la defensa de no se que proyecto denominado Demolición y Paseo Marítimo Playa de Cho Vito, que fue aprobado por la Dirección General de Costas el 23 de diciembre de 1994.
El acuerdo para no demoler estas 23 casas podría haberse producido si no hubiesen sido simplemente tan humildes y pacíficos.
Cuando vi las imágenes de hombres, mujeres y ancianos que eran desalojados a la fuerza, totalmente apenados y desechos, en mi interior, estuve con ustedes.
La vergüenza que sentí ante semejante espectáculo, no desapareció de mi cabeza, allí se quedaron, por eso hoy, días después de esta jornada aciaga para la Isla de Tenerife y en especial para el municipio de Candelaria, hago publica mi protesta y traslado mi también inútil solidaridad moral a los afectados.
Lo cierto es que cuando habla la "autoridad", y su comparsa: las fuerzas del orden y sus instrumentos de coacción, nuestra vulnerabilidad es tan patente, que en algunos casos esta angustia puede llegar a no superarse.
En una cosa nos parecemos, yo también soy víctima del sistema y estoy a su merced. No creo en la justicia, solo me someto a ella.
Si fuésemos conscientes que los mas débiles, la gente corriente somos mayoría, si fuéramos capaces de organizar esa fuerza otro gallo cantaría.
Ejercer con toda la fuerza que sea necesaria la aplicación de las leyes, es una necesidad obvia y elemental del sistema, lo que aquí se discute es lo desmedido, prioritario y desconsiderado del caso.
A lo hecho pecho, ahora toca llamar a la puerta del capital y que siga el ejemplo. ¿Serán ustedes tan valientes?.
El pasado 8 de octubre, representó un punto de inflexión en la relación de los Canarios con sus representantes municipales.

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