Carta a José Antonio Batista
Estimado José Antonio:
He leído con atención la nota de prensa de la Subdelegación del Gobierno publicada en la prensa local el día 22 de febrero, referente al tema de Cho Vito, y he escuchado la entrevista que le realizaron en una emisora de radio sobre el mismo tema.
Tiene usted razón en una cosa. Hace ya más de dos años. Dos años de espera de soluciones que no llegan; de vivir en un continuo estado de angustia y desesperación. Dos años de ser tratados como delincuentes; de ser vejados tanto por la Administración como por algunos cargos políticos; de ser juzgados por una ley cuya aplicación es absolutamente arbitraria y caprichosa y que a lo largo de su vigencia no ha servido al propósito para el que fue creada. Dos años buscando un techo y unas paredes donde vivir, pues muchos vecinos de Cho Vito, con su única vivienda, fueron sacados de allí y condenados a malvivir por un supuesto "error" que algunos ya han reconocido; dos años esperando a que devuelvan los muebles y enseres que han destrozado o simplemente desaparecido, por no llamarlo de otra forma.
Indicarle que los vecinos de Cho Vito no han realizado acusaciones sobre el incumplimiento de la Dirección General de Costas, como usted asegura, pero le recuerdo que fue don Pedro Ríos, director general de Costas, el que anunció a la prensa: "La solución definitiva al problema de la vivienda de los vecinos de Cho Vito estará a final de mes". Eso fue el día 15 de enero de 2010, y así lo recoge la prensa local al día siguiente. Lo sorprendente es que usted lo escuchó, pues estaba presente, por lo que me parece increíble su negación a lo evidente. Seguramente, usted estaba más atento a cómo las fuerzas de seguridad identificaban a los tres vecinos de Cho Vito presentes en ese acto (fuimos invitados por la Delegación del Gobierno y por el Ayuntamiento de Candelaria) que a las palabras de este alto cargo. En fin, tuvo usted un descuido o un lapsus. Como usted quiera.
Habla usted de hacer cumplir la ley y las sentencias. Le puedo contar innumerables casos de sentencias que están "aparcadas" en los juzgados y en diversos despachos. Por citarle alguno, le pongo el ejemplo del hotel Papagayo Arena, en Lanzarote, con sentencia firme de derribo, anterior a la de Cho Vito, pero sigue en pie, por un interés especial de una ministra, mediante acuerdos políticos; o el caso de una galería de un centro comercial que, con sentencia de derribo, sigue en pie y funcionando. Y como estos ejemplos, muchos más. Por eso, la obstinación que tienen con este pueblo costero de Tenerife, y más cuando hay datos que constatan su antigüedad y su historia (posiblemente a usted no se lo han mostrado), la negación del problema social que genera la Ley de Costas y su aplicación retroactiva y totalmente aleatoria en estas islas no tienen explicación posible.
Mientras que en toda la geografía nacional se están buscando soluciones negociadas entre los afectados y la Administración, para usted lo importante es hacer cumplir la ley sin importarle si los vecinos se quedan en la calle (y vuelvo a incidir en que desde 2008 hay personas que no tienen una casa) y, si hace falta, solicitar la ayuda de los cuerpos de seguridad del Estado, a ser posible en gran número, para así dar otro ejemplo de la ejecución de la ley, y de paso un bochornoso, desmesurado, desmedido y lamentable espectáculo como el del 7 de octubre de 2008, fecha del derribo de nuestras casas.
Acordar las bases de esa negociación y su posterior realización es el trabajo a realizar entre el Gobierno central y el de Canarias, escuchando a los vecinos, para buscar soluciones, que es lo que queremos todos, viendo la realidad de las costas canarias, que requieren una aplicación diferente a la de las costas valencianas o catalanas, y en esa labor se está trabajando, aunque parezca que a usted no se le haya informado, lo cual me parece increíble ostentando usted el cargo que ocupa, que aquí en Canarias lo llamamos de "correveidile" (con perdón si se ofende).
http://www.eldia.es/2011-02-24/CRITERIOS/21-Cartas-director.htm
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